"Los muertos viajan deprisa" de Nieves Abarca y Vicente Garrido

A pesar de estar hasta arriba de pendientes, tener un libro empezado y una lectura conjunta a la vista... en cuanto me llegó "Los muertos viajan deprisa" no pude evitar la tentación de ponerme con él. Hoy os traigo mis impresiones.

Páginas: 448 

Editorial: Ediciones B

Formato: 15 x 23 cm

 ISBN: 978-84-666-5781-5

Otros libros de la serie, reseñados en el blog:

1. Crímenes Exquisitos
2. Martyrium
3. El hombre de la máscara de espejos

Sinopsis:

Los criminólogos Vicente Garrido y Nieves Abarca forman el tándem literario más aplaudido de la actual novela negra, y los libros protagonizados por Valentina Negro, una bellísima y violenta inspectora de policía, cuentan con una auténtica legión de lectores.

Los muertos viajan deprisa es una invitación a asomarse a las debilidades humanas y una reflexión sobre los motivos que pueden llevarnos a la maldad. Un relato extraordinario que va más allá de cualquier etiqueta de género.
La historia —que toma su título de una cita de Bram Stoker— arranca con un brutal asesinato a bordo del Tren Negro, en el que varios escritores se dirigen a un famoso encuentro de literatura policíaca. Tras este crimen vienen otros, siempre llenos de simbolismo. La inspectora Negro y su inseparable compañero, el criminólogo Javier Sanjuán, tienen que averiguar quién es el enigmático asesino de escritores. Mientras tanto, un peligroso violador de adolescentes, capturado en el pasado por Valentina, ha escapado de la cárcel, complicando aún más la situación.


Mis Impresiones:

“Los muertos viajan deprisa” es el cuarto volumen de la saga protagonizada por la inspectora Valentina Negro y el criminólogo Javier Sanjuan. A pesar de que siempre recomiendo leer los libros en orden, creo que este sería el único de la serie que en mi opinión se puede leer de forma independiente. Los otros tres es mejor leerlos en orden.

El libro está estructurado en dos prólogos y tres partes que engloban los 34 capítulos, más un epílogo, y al igual que en los libros anteriores, se leen a muy buen ritmo al contener diferentes planos que alternan escenas y personajes y que aportan agilidad y dinamismo a la lectura.

Un sello característico de esta serie, es que cada uno de sus libros te atrapa desde las primeras páginas… Sus comienzos impactan, te sobrecogen y “Los muertos viajan deprisa” no es una excepción: En el primer prólogo, nos situamos en el tren en el que viajan varios escritores de novela negra dentro de los eventos organizados en la semana negra de Gijón. Una de las escritoras es violada y asesinada de una forma brutal. En el segundo prólogo, conoceremos la fuga de prisión de Marcos Albeló, apodado el peluquero, un violador de niñas que la inspectora Valentina encarceló en un libro anterior. Si le añadimos, que esto ha sido organizado por otro viejo enemigo de la inspectora, Pedro Mendiluce, el comienzo no puede contener más tensión.

Unos meses después se celebra la semana negra de A Coruña y en los primeros días, asistiremos a un nuevo asesinato de uno de los escritores participantes con el que han utilizado un antiguo instrumento de tortura. A cargo de la investigación estará la inspectora Valentina Negro y contará como en otras ocasiones, con la colaboración del criminólogo alicantino Javier Sanjuán, que está pasando unos días en la ciudad. También continúan otros personajes de anteriores libros, como la periodista Lúa Castro, siempre al pie de la noticia, interfiriendo en la labor de la policía y metiéndose en problemas.

A pesar de esas primeras páginas de infarto, este volumen se aleja bastante de la insania y la brutalidad a la que los autores nos tenían acostumbrados en los libros anteriores, esa tensión inicial pierde fuelle y la novela consigue otros matices diferentes y un toque de maetaliteratura centrando la investigación policial en el entorno del mundillo literario de la novela policíaca: editores, escritores, críticos literarios, blogueros, diferentes actividades dentro de una semana negra y algunas referencias literarias que sustituirán en este volumen al mundo del arte, tan presente en los libros anteriores. 

Como en los otros libros, he sufrido con ese tira y afloja de la pareja protagonista, pero también he vuelto a disfrutar muchísimo con los perfiles y diferentes análisis que nos hace el criminólogo, sobre todo con esas charlas finales con el asesino, tan marca de la casa en esta serie. 

En definitiva, “Los muertos no viajan deprisa” es una novela negra con un comienzo de infarto, una investigación policial con buen ritmo y un componente metaliterario que enriquece la lectura. Un cuarto volumen menos brutal que los anteriores y en el que he echado en falta la “isania” tan característica de esta saga, pero que aun así, he disfrutado y recomiendo leer.

Por último, agradecer a Ediciones B el envío del ejemplar.