Cuando vi esta novedad de Ediciones B no puede resistirme, las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial están entre mis temáticas preferidas, y también me gustó esa bonita portada en tonos sepia. Hoy os traigo mis impresiones de "Largo Invierno en París".
Nº de páginas: 736 págs.
Encuadernación: Tapa dura
Editorial: S.A. EDICIONES B
ISBN: 9788466661508
Páginas 736
P.V.P 22.00
Sinopsis:
Una historia llena de drama y amor, lujo e intriga, en la Francia de la ocupación nazi.
París, invierno de 1943. La Ciudad de la Luz se ha convertido en la ciudad de las sombras. París vive un largo y frío invierno que parece no tener fin. En sus calles y bulevares, antes alegres y bulliciosos, proliferan los uniformes alemanes, los controles de la policía y las redadas de la Gestapo. La ocupación ha convertido a París en una ciudad triste y silenciosa, pero repleta de cabarets y prostíbulos destinados al recreo y entretenimiento del invasor. Solo los colaboracionistas, los conocidos collabos, parecen disfrutar de la presencia alemana en sus calles, como si nada hubiese ocurrido.
En una lujosa habitación del hotel Ritz, una carismática diseñadora de alta costura, aburrida y cansada de presenciar tanta miseria y tanto dolor, decide poner fin a la guerra.
Mis Impresiones:
La novela comienza en Milán en 1945, con la exposición y vejación pública de los cuerpos sin vida de Mussolini y su amante Clara Petacci en la Piazzale Loreto, ahora Plaza de Los Quince Mártires. Son unas escenas fuertes, duras y escabrosas, pero reales, que trasmiten el odio de los vencedores hacia los fascistas y realizadas como acto de venganza tras los asesinatos contra los partisanos. Con ellas, creo que el autor comienza el primer contraste de la novela, porque de ahí, retrocedemos hasta 1943 para situarnos en París, La ciudad de la luz.
Desde el principio el autor nos dibuja una ciudad de contrastes, y nos describe fugazmente el París de la mayoría de la población, el de las cartillas de racionamientos, de la escasead de alimentos y combustibles, de la redada del Velódromo de Invierno y la detención de judíos, una ciudad donde aparentemente la resistencia apenas actuaba, exceptuando el ocasional reparto de octavillas y otras publicaciones, y en la que la popularidad del mariscal Petain aún seguía intacta..... Pero los alemanes han hecho suya la ciudad, viven ajenos al hambre rodeados de lujo y placer, y en la mayor parte de los monumentos emblemáticos ondea la esvástica de forma amenazante. Por ello hablo de una novela de contrastes, porque el autor nos recalca que la ciudad de la luz vive un Largo Invierno sin fin.
Y en París conoceremos a nuestro protagonista, Jaime Urquiza, Jeff, un español de 40 años corresponsal del diario español Informaciones, mujeriego y vividor, que se codea con los altos cargos alemanes y aprovecha el momento para hacer turbios negocios que le permiten llevar una vida de lujo y desenfreno. Un hombre sin convicciones o intereses políticos, que solo se preocupa de sí mismo, que puede caer antipático en un principio por la frialdad que demuestra hacia todo lo que ocurre a su alrededor pero que irá evolucionando a lo largo de la historia mostrándonos poco a poco su lado más humano. Solo una mujer llegó a importarle unos años antes, la única mujer por la que sintió algo de verdad y que le dejó en la estacada: Daniela de Beaumont.
Daniela es hija de unos aristócratas italianos que se alejó de su familia para trabajar como modelo para la diseñadora Gabrielle Chantal. Con el cierre de sus casas de moda durante la guerra, ahora trabaja para ella como asistente personal y secretaria con una infinita paciencia, y está casada con el hermano de Jeff, del que no sabe su paradero al haber sido apresado por los alemanes.
Gabrielle Chantal es una carismática diseñadora de prestigio que ha cerrado sus tiendas con el pretexto de que en tiempos de guerra a nadie le interesa la moda, solo mantiene abierta su emblemática tienda de la Rue Gambon de perfumes y complementos, y se ha trasladado a vivir al Hotel Ritz que ha sido requisado por los alemanes para el alojamiento de sus mandos; Un hotel en el que solo se permitió vivir excepcionalmente a unos pocos elegidos y compuesto casi exclusivamente de personal suizo, donde sus huéspedes vivían con todo tipo de comodidades ajenos a lo que ocurría con el resto de la población.
Un personaje inspirado en la mítica diseñadora Coco Chanel, al que el autor describe como un personaje vanidoso, solitario, excéntrico y lleno de contrastes que bien podía tratar despóticamente a sus empleados como ser generosa con sus amistades, un personaje muy bien dibujado con el que conoceremos mejor a la diseñadora francesa, sus excentricidades, sus orígenes, sus comienzos en el mundo de la moda, los hombres de su vida, sus rivalidades con otros diseñadores, sus creaciones legendarias, su forma de trabajar, el litigio que mantuvo durante años por el control de sus perfumes, sus frase míticas, o la veracidad de algunas de sus leyendas que ella misma se encargó de difundir. Un personaje muy acertado, lleno de matices y muy bien dibujado que aporta ese toque frívolo a la novela para recalcar las diferencias existentes, esa despreocupación de los que vivían en el lujo ignorando la realidad de lo que ocurría con el resto de la población. Y poco a poco, iremos teniendo pequeñas pinceladas de esa realidad, actos crueles o despiadados que sacaran al lector y a Jeff de ese espejismo en el que vivía.
Con un lenguaje sencillo y fluido, el autor nos ofrece una novela muy entretenida para sus más de 700 páginas pero sin excesivos datos históricos que pueda abrumar al lector, ni caer en la dramatización fácil de este tipo de historias. Una novela con una estupenda ambientación de esa ocupación parisina que refleja fielmente ese ambiente de contrastes, una ciudad en donde la mayoría de la población se preocupaba por su supervivencia, mientras que las clases privilegiadas y los colaboracionistas (collabos) no conocían el hambre, no les faltaba de nada, ni siquiera la diversión en los innumerables cabarets, music-halls o prostíbulos que proliferaron por la ciudad. Y a pesar de que menciono que no tiene excesivos datos históricos, si hay algunos datos que no conocía y me han parecido muy interesantes como por ejemplo lo referente a la figura de Mussolini, el juicio en Italia a su yerno o la amistad de este con Serrano Suñer.
Me ha parecido una novela diferente sobre ese momento histórico, o al menos, con una perspectiva diferente a la que estamos acostumbrados en este tipo de novelas. Narrada a través de un narrador omnisciente, la historia tiene un aire frívolo muy bien conseguido que poco a poco se va esfumando para hacernos conscientes del espejismo vivido en esos días, y a pesar de estar casi exclusivamente ambientada en Paris, también tendremos algunos capítulos que nos trasladaran a Italia o incluso a España, con unos capítulos “especiales” que nos adentran en el Pardo y dan una visión cómica del entorno del caudillo, unos capítulos que desconciertan en el conjunto de la novela, pero que supongo que con ellos el autor ha querido traspasar las fronteras para reflejar también aquí, esa sensación de irrealidad y de la falta de sensibilidad de las clases acomodadas.
En definitiva, “Largo Invierno en París” es una novela de ficción histórica sobre la ocupación parisina por los altos mandos alemanes que cuenta con una acertada combinación de personajes reales y ficticios que nos aportan una perspectiva diferente del conflicto y la ambientación adecuada para entenderla. Una novela ágil y francamente entretenida que he disfrutado mucho y os recomiendo leer.
Mis Impresiones:
La novela comienza en Milán en 1945, con la exposición y vejación pública de los cuerpos sin vida de Mussolini y su amante Clara Petacci en la Piazzale Loreto, ahora Plaza de Los Quince Mártires. Son unas escenas fuertes, duras y escabrosas, pero reales, que trasmiten el odio de los vencedores hacia los fascistas y realizadas como acto de venganza tras los asesinatos contra los partisanos. Con ellas, creo que el autor comienza el primer contraste de la novela, porque de ahí, retrocedemos hasta 1943 para situarnos en París, La ciudad de la luz.
Desde el principio el autor nos dibuja una ciudad de contrastes, y nos describe fugazmente el París de la mayoría de la población, el de las cartillas de racionamientos, de la escasead de alimentos y combustibles, de la redada del Velódromo de Invierno y la detención de judíos, una ciudad donde aparentemente la resistencia apenas actuaba, exceptuando el ocasional reparto de octavillas y otras publicaciones, y en la que la popularidad del mariscal Petain aún seguía intacta..... Pero los alemanes han hecho suya la ciudad, viven ajenos al hambre rodeados de lujo y placer, y en la mayor parte de los monumentos emblemáticos ondea la esvástica de forma amenazante. Por ello hablo de una novela de contrastes, porque el autor nos recalca que la ciudad de la luz vive un Largo Invierno sin fin.
Y en París conoceremos a nuestro protagonista, Jaime Urquiza, Jeff, un español de 40 años corresponsal del diario español Informaciones, mujeriego y vividor, que se codea con los altos cargos alemanes y aprovecha el momento para hacer turbios negocios que le permiten llevar una vida de lujo y desenfreno. Un hombre sin convicciones o intereses políticos, que solo se preocupa de sí mismo, que puede caer antipático en un principio por la frialdad que demuestra hacia todo lo que ocurre a su alrededor pero que irá evolucionando a lo largo de la historia mostrándonos poco a poco su lado más humano. Solo una mujer llegó a importarle unos años antes, la única mujer por la que sintió algo de verdad y que le dejó en la estacada: Daniela de Beaumont.
Daniela es hija de unos aristócratas italianos que se alejó de su familia para trabajar como modelo para la diseñadora Gabrielle Chantal. Con el cierre de sus casas de moda durante la guerra, ahora trabaja para ella como asistente personal y secretaria con una infinita paciencia, y está casada con el hermano de Jeff, del que no sabe su paradero al haber sido apresado por los alemanes.
Gabrielle Chantal es una carismática diseñadora de prestigio que ha cerrado sus tiendas con el pretexto de que en tiempos de guerra a nadie le interesa la moda, solo mantiene abierta su emblemática tienda de la Rue Gambon de perfumes y complementos, y se ha trasladado a vivir al Hotel Ritz que ha sido requisado por los alemanes para el alojamiento de sus mandos; Un hotel en el que solo se permitió vivir excepcionalmente a unos pocos elegidos y compuesto casi exclusivamente de personal suizo, donde sus huéspedes vivían con todo tipo de comodidades ajenos a lo que ocurría con el resto de la población.
Un personaje inspirado en la mítica diseñadora Coco Chanel, al que el autor describe como un personaje vanidoso, solitario, excéntrico y lleno de contrastes que bien podía tratar despóticamente a sus empleados como ser generosa con sus amistades, un personaje muy bien dibujado con el que conoceremos mejor a la diseñadora francesa, sus excentricidades, sus orígenes, sus comienzos en el mundo de la moda, los hombres de su vida, sus rivalidades con otros diseñadores, sus creaciones legendarias, su forma de trabajar, el litigio que mantuvo durante años por el control de sus perfumes, sus frase míticas, o la veracidad de algunas de sus leyendas que ella misma se encargó de difundir. Un personaje muy acertado, lleno de matices y muy bien dibujado que aporta ese toque frívolo a la novela para recalcar las diferencias existentes, esa despreocupación de los que vivían en el lujo ignorando la realidad de lo que ocurría con el resto de la población. Y poco a poco, iremos teniendo pequeñas pinceladas de esa realidad, actos crueles o despiadados que sacaran al lector y a Jeff de ese espejismo en el que vivía.
Con un lenguaje sencillo y fluido, el autor nos ofrece una novela muy entretenida para sus más de 700 páginas pero sin excesivos datos históricos que pueda abrumar al lector, ni caer en la dramatización fácil de este tipo de historias. Una novela con una estupenda ambientación de esa ocupación parisina que refleja fielmente ese ambiente de contrastes, una ciudad en donde la mayoría de la población se preocupaba por su supervivencia, mientras que las clases privilegiadas y los colaboracionistas (collabos) no conocían el hambre, no les faltaba de nada, ni siquiera la diversión en los innumerables cabarets, music-halls o prostíbulos que proliferaron por la ciudad. Y a pesar de que menciono que no tiene excesivos datos históricos, si hay algunos datos que no conocía y me han parecido muy interesantes como por ejemplo lo referente a la figura de Mussolini, el juicio en Italia a su yerno o la amistad de este con Serrano Suñer.
Me ha parecido una novela diferente sobre ese momento histórico, o al menos, con una perspectiva diferente a la que estamos acostumbrados en este tipo de novelas. Narrada a través de un narrador omnisciente, la historia tiene un aire frívolo muy bien conseguido que poco a poco se va esfumando para hacernos conscientes del espejismo vivido en esos días, y a pesar de estar casi exclusivamente ambientada en Paris, también tendremos algunos capítulos que nos trasladaran a Italia o incluso a España, con unos capítulos “especiales” que nos adentran en el Pardo y dan una visión cómica del entorno del caudillo, unos capítulos que desconciertan en el conjunto de la novela, pero que supongo que con ellos el autor ha querido traspasar las fronteras para reflejar también aquí, esa sensación de irrealidad y de la falta de sensibilidad de las clases acomodadas.
En definitiva, “Largo Invierno en París” es una novela de ficción histórica sobre la ocupación parisina por los altos mandos alemanes que cuenta con una acertada combinación de personajes reales y ficticios que nos aportan una perspectiva diferente del conflicto y la ambientación adecuada para entenderla. Una novela ágil y francamente entretenida que he disfrutado mucho y os recomiendo leer.
Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.