"En la piscina vacía" de Felix Sabroso

Cuando ví el sorteo de este libro en varios blogs y la posibilidad de participar de nuevo en una lectura conjunta, no lo dudé ni un momento, la sinopsis parecía interesante y me gustan mucho este tipo de iniciativas... sin embargo, el libro no ha sido lo que esperaba. Hoy os traigo mis impresiones.

Nº de páginas: 192 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: SUMA

ISBN: 978848365763

El autor:

Félix Sabroso Cruz (Las Palmas de Gran Canaria, 1968) es director y guionista. Tiene un amplio historial como cineasta y también ha trabajado en televisión. Ha dirigido películas como Fea, Perdona bonita pero Lucas me quería a mí, Descongélate, Chuecatown, Los años desnudos o La isla interior.

Sinopsis

Un conocido escritor que está pasando por una época de sequía creativa asiste a una fiesta en casa de su editora y atropella por accidente al joven con el que ha acudido. A partir de ese momento comienza un juego en el que la experiencia y la imaginación del protagonista se solaparán confundiendo sus límites. Una lucha entre el instinto de supervivencia de un hombre que quiere olvidar y el poder de la culpabilidad que lo corroe.
El director de cine Félix Sabroso elabora un thriller psicológico que esconde una realidad distorsionada, caleidoscópica, que mantiene al lector expectante hasta el final.

Mis Impresiones:

Víctor Durán, es un escritor que vive un mal momento profesional, lleva dos años sin escribir y se siente presionado por su editora a la que culpa de todo. Así que no se le ocurre otra forma de sacarla de quicio, que acudiendo a su fiesta con un joven que ha conocido hace un par de meses. Al salir, en medio de una discusión, atropella a este joven y huye.
No penséis que a partir de ahora se inicia una investigación policial, porque no la hay. Una serie de circunstancias hacen que nuestro protagonista quede libre de toda culpa. Pero otra cosa serán los remordimientos, que afloran de forma violenta, trastocando la vida de nuestro protagonista. Sólo volviendo a escribir, contando la historia de ese chico, cree que se librará de la culpa que lo atormenta.

“En la piscina vacía” es un libro relativamente corto y estructurado en 40 capítulos muy breves, (algunos apenas de unas pocas líneas). 

Está narrado en primera persona por Víctor, que es el eje y el centro de la novela. Los secundarios son pocos y apenas perfilados, sólo lo poco que él nos aporta.

Siempre he pensado que este tipo de narración en primera persona es el más arriesgado, aunque reconozco, que esta era la única opción posible para contar esta historia. El problema es que en mi caso, yo no he conectado con el personaje-narrador, un ser egocéntrico y complejo al que no he llegado a entender... me quedé atrapada en la mente torturada del protagonista, en la maraña de cristales rotos que nos relata y que forman un calidoscopio vital donde es difícil discernir lo que es real de lo que no. Si esa era la intención... confundirnos, conmigo lo ha conseguido.

En cambio, no me ha disgustado el estilo del autor, su prosa es reflexiva y cuidada, en ocasiones brillante y en otras compleja... pero entiendo que necesaria para reflejar esa personalidad egocéntrica y atormentada de nuestro protagonista. Para mi el problema no ha sido como me lo han contado, sino el qué me han contado, yo me perdí entre realidad y delirio, y esto me tuvo confundida toda la novela. 

No se trata de una novela con un ritmo ágil, aunque ese atropello inicial nos lleve a engaño y le dote de cierta intriga al principio, es una lectura para leer despacio, entre líneas, para captar esas percepciones hiperbólicas y distorsionadas del protagonista… pero para mí ya fue tarde, porque yo ya había comenzado con la marcha equivocada. 

En definitiva: “En la piscina vacía” es una novela compleja que yo no he sabido entender y por lo tanto no he podido disfrutar. Una historia que nos adentra en la mente de un escritor adulterado por la fama, torturado por su pasado y atrapado en su delirio por recuperar lo que fue. Si partimos de esto, y sólo buscamos comprenderle, quizás podamos disfrutar de ese final, que conmigo solo consiguió hacerme volver al punto de partida.