"Un pie en el paraíso" de Ron Rash

Una portada muy otoñal cuando aquí todavía nos achicharrábamos de calor tuvo la culpa, luego leí la sinopsis y me pareció una novela realmente apetecible, por eso hoy os traigo mis impresiones de "Un pie en el paraíso":

Editorial: Siruela

Colección:Nuevos Tiempos 

ISBN:978-84-17454-47-0

Rústica con solapas 

Páginas:232

P.V.P: 19.95

Ron Rash (1953, Chester, Carolina del Sur) imparte clases en la Western Carolina University y es autor de cuatro libros de poemas, seis colecciones de relatos y siete novelas. Escritor de enorme prestigio en su país, donde se ha convertido ya en un clásico moderno de la literatura sureña, ha visto su obra traducida a varios idiomas y laureada con numerosos premios y distinciones. Publicada originalmente en 2002, Un pie en el paraíso fue su ya mítica primera incursión en la narrativa de largo aliento.

Sinopsis:

Oconee, condado rural de los Apalaches, principio de los años cincuenta. Un antiguo territorio cheroqui está a punto de ser de nuevo arrebatado a sus legítimos pobladores: la compañía eléctrica Carolina Power ha adquirido todas las tierras del valle para construir una presa, un inmenso lago que anegará por igual granjas y cultivos. Sin embargo, una inclemente sequía castiga ese verano y el maíz y el tabaco crujen bajo los pies en los agostados surcos. El sheriff y veterano de guerra Will Alexander es el único en kilómetros a la redonda en haber pisado una universidad, pero ¿de qué sirve eso si no se es capaz de encontrar un cuerpo? El de Holland Winchester, que no regresó a casa a mediodía y cuya madre oyó un disparo en la propiedad vecina... 

Mis Impresiones:

“Un pie en el paraíso”, es una novela ambientada en el entorno rural del sur de los EEUU en los años 50, una novela de la literatura sureña que como el resto de obras que he leído encuadrada en esta ambientación, tiene una característica común y especial, una identidad propia, fuertemente enraizada y ligada a la tierra, al clima, al trabajo duro y las cosechas, a su historia, a las costumbres y al carácter de sus gentes, y esa conexión entre el autor y el lugar en el que se desarrollan los hechos siempre consigue traspasar las páginas, consiguen transmitirnos perfectamente la atmósfera necesaria para sentir la historia y trasladarlos fácilmente a esos escenarios y por consiguiente empatizar y creernos a sus personajes.

La novela está estructurada en 5 partes tituladas: El sheriff, la esposa, el marido, el hijo y el ayudante del sheriff y cada una, está narrada en primera persona por estos personajes para mostrarnos su visión o su implicación en la historia. 

La narración comienza con el Sheriff, encargado de abrir el telón y situarnos en el escenario y esbozar las primeras pinceladas de la historia. Un hombre cansado, que dejó atrás esta tierra para estudiar en la universidad y que se plantea volver a la granja de su padre tras su fracaso personal, que siente que ya solo le queda eso, la tierra, su padre, esa conexión con sus raíces. Nos encontramos en el valle de Jocassee, al sur del estado de Columbia, "valle de los perdidos" en la lengua cheroqui en honor a una princesa india cuya leyenda dice que se ahogó en esas aguas y cuyo cuerpo nunca fue encontrado. Extensos campos de cultivo dedicados al maíz y al tabaco en granjas aisladas, que la compañía eléctrica Carolina Power hará desaparecer bajo el agua para construir una presa, pero que actualmente atraviesa una gran sequía. La madre de uno de estos granjeros denuncia la desaparición de su hijo, Holland Winchester, un excombatiente de guerra que siempre anda metido en líos, seguramente esté durmiendo la borrachera en cualquier lugar, pero su camioneta sigue en la granja y su madre está segura de que está muerto, oyó un disparó, muy cerca, y cree que su vecino Billy Holcombe, sabe dónde está su hijo. Pero sin cuerpo no hay delito, y a pesar de las batidas y registros en las propiedades vecinas, Holland no aparece y su historia parece caer en el olvido

Las tierras de Billy Holcombe son de las pocas que tendrán una buena cosecha a pesar de la sequía, su proximidad con ese río, que ahora no es más que un reguero, las ha salvado, aunque eso no garantiza nada, aunque las tormentas o el clima las respeten, Billy tiene que trabajar duro día tras día, observar los nódulos de las raíces, los gusanos, las plagas… y rezar para que un incendio fortuito no acabe con su cosecha, trabajar duro y sin garantías una tierra que ha comprado tras generaciones de Holcombes como aparceros. Trabajar duro, cuidar de su bonita mujer y tener hijos, son las únicas aspiraciones de un hombre que tuvo la polio de niño y consiguió con esfuerzo llegar a tener su propia tierra, una tierra que sin embargo algún día tendrá que abandonar porque desparecerá bajo las aguas de la presa.

A pesar de que con el primer narrador el lector intuye lo que ha pasado, necesitaremos conocer la historia a través del resto de implicados para saber exactamente lo ocurrido, pero no quiero ni puedo contar mucho más sin desvelar demasiado… Con un lenguaje sencillo, sin artificios ni excesivas, descripciones, a un ritmo pausado y cadencioso, el autor consigue una maravillosa ambientación de la historia, una ambientación sofocante, asfixiante, tensa, cargada de esa electricidad invisible que se siente tras los silencios, en la calma que precede a la tormenta, la tensión que envuelve a las grandes tragedias, que emana de las cargas y las culpas de sus protagonistas, de los secretos que necesitan ser expiados, una ambientación que recrea sin esfuerzo pero de forma precisa al recrear esos escenarios: esa sequía, el calor sofocante, el ruido incesante y ensordecedor de las chicharras… el apego a una tierra que forma parte del hombre y que sin embargo, acabará irremediablemente escondida bajo el agua sepultando su historia… una narración casi hipnótica que nos arrastra hasta un cierre que me ha parecido poético y de conexión con todos los elementos de la novela, tierra, agua y hombre, en definitiva un final simbólico y telúrico de la vida y la muerte.

En definitiva, “Un pie en el paraíso” es una novela encuadrada dentro de la denominada narrativa sureña que me ha sorprendido gratamente por la magnífica ambientación creada por el autor conseguida mediante una prosa limpia y sin artificios, pero que sin embargo, permite perfectamente trasladar al lector a esos escenarios sofocantes y angustiosos a través de una lectura cadenciosa e intensa, una historia de vida y de muerte, de secretos y culpas, de profunda conexión del hombre con la tierra a la que pertenece, una novela que he disfrutada mucho y recomiendo leer.