"El monasterio" de Luis Zueco

Tras leer las anteriores entregas independientes de esta serie medieval, El Castillo y La Ciudad, no podía perderme esta última entrega, hoy os traigo mis impresiones de "El Monasterio" de Luis Zueco:

Nº de páginas: 576 págs.

Encuadernación: Tapa dura

Editorial: S.A. EDICIONES B

ISBN: 9788466663120

P.V.P: 21.90€

Luis Zueco (Borja, 1979) es novelista, historiador, investigador y fotógrafo. En la actualidad es el director del Castillo de Grisel, fortaleza medieval convertida en hotel con encanto. Además, es ingeniero industrial, licenciado en Historia y máster en Investigación Artística e Histórica, miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, vicepresidente de la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón y colaborador, como experto en patrimonio y cultura, en diversos medios de comunicación. Es autor de la guía Castillos de Aragón: 133 rutas y de las novelas: El escalón 33, Tierra sin rey, El castillo y La Ciudad (dos primeras entregas de su épica trilogía medieval).

Mis Impresiones:

El monasterio es el tercer libro de la serie con la que Luis Zueco nos acerca a las grandes edificaciones medievales, tres volúmenes independientes en cuanto a tramas, escenarios y personajes con los que el autor nos traslada a vivir una aventura en Castillos, Fortificaciones y en este caso, en un Monasterio. Por ello insisto, cualquiera de los tres volúmenes se puede leer de manera independiente y en cualquier orden.

Nos situamos en el Moncayo, en los límites de los reinos de Castilla, Navarra y Aragón, donde la Orden del Cister fundó El Monasterio Santa María de Veruela, un complejo sistema productivo que más allá de la edificación religiosa contaba entre sus propiedades con un recinto amurallado, hospedería, tierras dedicadas al cultivo, molino, ganado, herrería… todo ello formando un amplio y extenso señorío que les proporcionaba grandes beneficios. 

Son tiempos convulsos, las guerras entre aragoneses y castellanos se han extendido a otros reinos: el príncipe de Gales apoya al depuesto rey de la Corona de Castilla, Pedro el Cruel, mientras que el monarca aragonés apoya a Enrique de Trastámara. Se auguran tiempos de guerra entre los reinos de Inglaterra y Francia que han encontrado un nuevo escenario de batalla al sur de los Pirineos, un ejército de mercenarios franceses se asientan en el Moncayo para proteger la frontera dispuestos a combatir al príncipe de gales en cuanto el rey usurpador los reclame.  

Con este escenario nadie se atreve a acercarse a la frontera, pero Antonio Martínez de la Peira, notario general de la tierra y señorío del rey de Aragón, tiene un importante encargo del convento de Los Predicadores de Huesca que cumplir. Junto a su escribano, Bizén de Ayerbe, y escoltado por ocho hombres de armas, se dirige hasta el Monasterio de Veruela. Pero son atacados en el camino y solo el joven e inexperto Bizén llegará a su destino. Haciéndose pasar por Notario Real, Bizen hace suyo el encargo de su maestro para reclamar los restos del infante heredero Alfonso de Aragón, primogénito de Jaime I el Conquistador, avalado por un testamento del infante expresando su voluntad de recibir sepultura en el convento de los Predicadores de Huesca, dos bulas papales y un edicto del rey Pedro IV de Aragón.  

Pero el abad no se lo pondrá fácil, su llegada no es bienvenida, el prestigio del monasterio sin una tumba real podría verse afectado y con ello, todas sus riquezas y privilegios. Además esa misma noche uno de los monjes ha sido asesinado en la capilla, degollado junto a un reguero de sangre que llega hasta el sepulcro real, el asesino tiene forzosamente que ser uno de ellos. El abad le propone un trato: vivir entre los monjes respetando sus rutinas, rezos y momentos de recogimiento para descubrir al asesino, solo así, accederá a su petición.

Con estos preliminares comenzamos una novela de intriga y de investigación minuciosa de un asesinato entre los muros de un monasterio medieval. Bizen se toma el encargo como algo personal, movido por la tragedia de sus acompañantes y su propia ambición de hacer algo relevante. Es un joven inexperto, constante y paciente, cuyo orden de nacimiento no le ha permitido heredar o labrarse una carrera de armas, esta es su oportunidad y no va a desaprovecharla. Un personaje con el que sin llegar a empatizar en extremo, he conseguido conectar al sentirlo atrapado en ese enjambre de conspiraciones, intrigas, mentiras y debilidades humanas de los mojes.

“Quizá no podáis encontrar la verdad -musitó el monje- es posible que os sea más fácil dar con la mentira. Una vez conocida esta, el camino hacia la verdad se abre entre nosotros.”

Estructurado en siete partes, siete días en los que se agrupan los 46 capítulos de la novela y a través de un narrador en tercera persona, nos adentramos en un thriller histórico de lectura fácil pero sin excesivo ritmo, tal vez debido al elevado elenco de personajes y la dosificada información que proporcionan esas primeras pesquisas que hacen que tardemos en situarnos y hacernos con la historia, aunque avanzada la lectura, esta se hace más fluida, menos atenta y algo más ágil.

Como en todas las novela del autor, se aprecia la labor de documentación existente detrás de esta historia, a las pinceladas históricas para situarnos en el contexto histórico se unen una serie de historias y antiguas leyendas sobre la misteriosa y mágica tierra del Moncayo, y en especial, la información necesaria para comprender el funcionamiento y la organización de un monasterio medieval. 

De forma fluida y amena, a través de las investigaciones y conversaciones de Bizen con cada uno de los monjes, nos haremos una idea de las actividades y funcionamiento del monasterio: la división entre legos y monjes, sus diferencias por origen o dotes, su diferente estatus y responsabilidades, el color diferente de sus hábitos, los rígidos horarios del monasterio, el silencio y el recogimiento impuesto y suplido por un lenguaje de signos propio, las actividades de mantenimiento o funciones de cada monje, su dieta, las formas de tomar el vino, las riquezas de algunas salas, su distribución, el valor de esos panteones de personajes ilustres o reales que reforzaban su estatus y poder, o las familias que pertenecían y servían a los monjes… todo ello me ha parecido muy instructivo y hábilmente integrado en la historia.

En definitiva, “El monasterio” es un thriller histórico o novela de suspense que se desarrolla entre los muros de un monasterio cisterciense, una novela de lectura agradable a la que en mi opinión, le falte algo de ritmo y tensión narrativa pero que a cambio cuenta con una narración instructiva y amena para entender la cotidianidad de la vida en un monasterio de la edad media.