"Primavera Cruel" de Luis Roso

Después de leer el primer caso del Inspector Trevejo, tenía claro que seguiría leyendo a Luis Roso y los siguientes casos de este singular policía, ambientados en la España de posguerra. Hoy os traigo mis impresiones de "Primavera cruel":

Nº de páginas: 488 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: S.A. EDICIONES B

ISBN: 9788466662697

P.V.P 19.90€

Luis Roso (Moraleja, Cáceres, 1988) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, en Filología Inglesa por la Universidad Autónoma de Barcelona y posee un máster de Literatura Española e Hispanoamericana. Apasionado de la literatura, la historia, el cine y el deporte, trabaja como profesor de secundaria en la Comunidad de Madrid.

Aguacero, su primera obra, le ha valido la comparación con autores como Eduardo Mendoza o Philip Kerr por el uso que el autor hace del humor y la ironía, y también con autores de la Generación del Medio Siglo, como Miguel Delibes. Primavera cruel, es su segunda novela.

Sinopsis:

Primavera crueles el segundo caso del inspector Ernesto Trevejo. La serie de género noir de Luis Roso que es al mismo tiempo un adictivo thriller y una mirada nueva sobre los años más duros del franquismo.

Madrid, años cincuenta. El inspector Ernesto Trevejo recibe el encargo de enfrentarse a un caso muy difícil: un hombre armado ha aparecido muerto en El Prado, muy cerca del palacio donde reside Franco. ¿Se trata de un terrorista? ¿Un loco? ¿Puede ser una amenaza real?

Una trama policíaca impecable que es, al mismo tiempo, un retrato fiel y alejado de los tópicos de la sociedad de la época. De la mano de un protagonista a la altura de los grandes del género, Luis Roso mantiene al lector literalmente pegado a las páginas de esta novela.

Mis Impresiones:

Luís Roso regresa con un nuevo caso del Inspector Trevejo para volver a trasladarnos a los grises años de la dictadura, un thriller en el que la ambientación de los 50, el carisma de su personaje, junto con unos diálogos brillantes cargados de ironía, y un trama bien hilvanada, vuelve a confirmarle como un autor que ha entrado con paso firme y seguro en el terreno de la literatura actual. Y en este caso, aunque yo soy muy de leer las series en orden, esta novela se puede leer de forma independiente, se trata de casos distintos y nuestro protagonista no tiene unos antecedentes o una trayectoria que sea imprescindible conocer de antemano para disfrutar de esta historia.

Nos situamos a mediados de los años 50, un hombre armado aparece muerto en las inmediaciones de El Pardo muy cerca del palacio en el que reside Franco, se trata de un sujeto fichado por la Brigada Político-Social por su vinculación con organizaciones comunistas. El fracaso de su misión es lo de menos, lo importarte es saber si la vida de su Excelencia ha corrido peligro en algún momento y saber quiénes están detrás de todo lo ocurrido. Un caso que requiere la máxima prioridad y discreción y que el Comisario Rejas, junto con responsables de la Dirección de seguridad y el ministerio de Gobernación, deciden asignar a Erenesto Trevejo, satisfechos con su resolución del caso de los crímenes de la sierra de Madrid ocurridos el año anterior (Novela Aguacero).

Con su compañero de brigada Carlos Bustos, protegido y sobrino del comisario, el inspector Trevejo, iniciará una investigación clásica tirando de la información de archivos policiales y de sus contactos en los bajos fondos, una investigación que se inicia en Madrid y cuyo desarrollo les llevará a coger un tren para trasladarse hasta tierras catalanas a investigar otro crimen también relacionado con el caso.

De la mano del Inspector Trevejo, voz narrativa de la historia, iremos conociendo los pormenores de un caso que a su vez, nos reflejan fielmente la sociedad de la época, una novela menos descriptiva que la anterior entrega y en mi opinión, mucho más ágil, con más acción y que se lee a ritmo de thriller según avanzan sus páginas.

El Inspector Trevejo vuelve a ser el protagonista indiscutible de esta novela, un policía del montón, un llanero solitario del que desconocemos su pasado… un hombre ni guapo ni feo, ni héroe ni villano, pero con el que es fácil conectar, que cae simpático al lector por su ironía, por su lealtad a quién le paga el sueldo… un policía que sabe capear o llevar el ritmo a maleantes, testigos ofuscados, comunistas, viejos aristócratas, guardias civiles o duros miembros de la brigada política social y que consigue salir airoso con cada pareja de baile.

"Primavera cruel" hace gala de una cuidada ambientación que nos traslada a los años 50 y que nos trasmite el sentimiento generalizado de la población, un sentimiento de mirar hacia adelante, de que lo peor ya ha pasado, la guerra es un recuerdo lejano y doloroso para muchos, al igual que la penurias y miserias pasadas, el futuro es quizás incierto, pero esperanzador... y aunque también nos muestra la desilusión y el desencanto de los comunistas, la lucha sigue latente y busca nuevas vías para sobrevivir: entre universitarios, sindicatos y jóvenes de buenas familias, chicos leídos y cultivados dispuestos a cambiar las cosas.

En definitiva, “Primavera cruel” es una impecable novela policial que se lee a ritmo de thriller y en el que Luis Roso imprime de nuevo su toque personal, combinando una cuidada ambientación social de los años de la posguerra española, un personaje carismático y unos diálogos brillantes. Una novela con un toque diferente en el género que he disfrutado mucho y os recomiendo leer.