Fue en el mes de Julio, cuando me fijé en esta novedad que la editorial Duomo tenía previsto lanzar para finales de Agosto, así que en cuanto la recibí, me puse con ella enseguida. Hoy os traigo mis impresiones de: "Me llamo Lucy Barton":
Nº de páginas: 224 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: DUOMO EDITORIAL
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788416261918
Elizabeth Strout es una escritora estadounidense de ficción. En
2009 ganó el Premio Pulitzer de Ficción por su novela Olive Kitteridge,
una colección de relatos sobre una mujer, su familia y amigos
en la costa de Maine y que ha sido adaptado a la TV, obteniendo varios premios Emy.
Sinopsis:
De la autora Premio Pulitzer y nº1 del The New York Times: Una historia que ilumina nuestras relaciones más tiernas.
En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del
iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la
ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco
noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación
parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de
todo lo que no se dice.
En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las
dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una
madre y una hija que recuerdan lo mucho que se aman.
Mis Impresiones:
Hay libros que te van trasmitiendo emociones o sentimientos desgarradores durante su lectura, mientras el autor va desgranando los detalles a lo largo de la narración, y hay otros, en los que el autor decide no ponerlo tan fácil, y entre silencios, en los vacíos que quedan, en lo que asoma pero no se cuenta… el lector no puede hacer otra cosa que reflexionar sobre el fondo de la historia, y es en esas reflexiones, que yo he tenido que hacer para plasmar mis impresiones, donde he descubierto una lectura mucho más profunda de lo que en principio parece.
La autora juega con esos silencios, con las metáforas que pueden pasar desapercibidas durante una lectura aparentemente cómoda, sencilla, e incluso ágil, donde las páginas avanzan a buen ritmo a través de esos capítulos cortos, donde cada vez necesitas saber más y yo he sentido que cada vez contaba menos… por eso aconsejo leer este libro sin prisas, de forma pausada, reflexionando con todo lo que cuenta, y también calla, o porqué calla nuestra protagonista.
Lucy Barton es la voz narrativa de esta novela, una escritora que en su madurez y utilizando como punto de partida su ingreso hospitalario por una sencilla operación de apendicitis, y que sin embargo se complica, obligándola a permanecer 9 semanas en el hospital, empieza a narrarnos retazos de su vida. Es en esa habitación, con vistas a la inmensa ciudad de Nueva York y ante el imponente edificio Chrysler, una habitación individual donde apenas recibe las visitas de su marido y sus hijas, donde empezamos a sentir la soledad de Lucy.
Y en esos días, recibe la visita de su madre, con la que lleva años sin verse y sin hablarse, una mujer que nunca ha cogido un avión, y que utiliza para cruzar varios estados y llegar hasta Nueva York, desde Amgash, un pueblo perdido en Illinois. No hay abrazos, ni gestos cariñosos al reencontrarse, solo un: “Hola Pispajo”, un mote que Lucy no oye desde hace años y que ella acoge con la calidez de una caricia. No saben de qué hablar, y Lucy le pide que le cuente historias de gente que conocían para rellenar esos incómodos silencios.
La autora entreteje una historia entre silencios, conversaciones banales y recuerdos escuetos e incompletos, sin un orden cronológico establecido, donde conocemos un pasado sobrecogedor que asoma de forma tímida a lo largo de la lectura y que invita a reflexionar sobre ello. Y es por este motivo, por esta forma de contar, caótica y sencilla a la vez, a media luz… donde yo he subido mi valoración de la novela, creo que es mucho más difícil hacerlo así y además, hacerlo bien.
Lucy es un personaje muy bien perfilado, dibujado con pequeñas pinceladas y detalles que pueden pasar desapercibidos al lector, que nos muestran una mujer que inspira ternura por la soledad que trasmite, agradeciendo cada mínimo detalle de las enfermeras, de su doctor, de las personas que pasan por su vida y a las que dice querer, por amar a su familia aún siendo imperfecta... pero también compasión por la crudeza de lo vivido, por las carencias afectivas que arrastra, por ese sentimiento de culpa de haber conseguido escapar de donde han quedado atrapados el resto de su familia, y donde sin embargo, no es feliz.
En definitiva, “Me llamo Lucy Barton” es una lectura intimista y fluida, que esconde entre sus páginas una historia mucho más profunda de lo que su tímida y sencilla narración aparenta… una historia de carencias de todo tipo, que asoma entre silencios rellenados con conversaciones banales, entre tímidos y escuetos retales de su vida, un libro que he disfrutado durante su lectura y he saboreado mucho más al finalizarla y os recomiendo leer.