"La última llamada" de Empar Fernández

El año pasado leí "La mujer que no bajó del avión" mi primer acercamiento a esta autora, un libro que me gustó y me dejó buenas sensaciones... así que en cuanto vi las primeras reseñas de "La última llamada" fue directa a mi libreta de los libros que quería leer. Hoy os traigo mis impresiones.

Nº de páginas: 276 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: VERSATIL

ISBN: 9788494225758

Sinopsis:

Paralelísmo con el caso Rocio Wanninkhof y M. del Castillo. Y con famosa vidente de Tele 5 . Misterio y suspense. Noemí Monteagudo salió una noche para celebrar el fin de curso, pero nunca regresó a casa. Antes de desaparecer realizó una última llamada que su padre no atendió. Tres años después su familia ha perdido toda esperanza: su madre sobrevive a base de ansiolíticos, su padre aplaca la culpabilidad con la ayuda cómplice del alcohol y solo su hermana, Yolanda, es capaz de rescatar algo de cordura para seguir adelante. Todo cambia cuando Julio, el padre de Noemí, descubre en un show de televisión a una vidente que asegura entrar en contacto con el más allá. Mientras Julio se deja arrastrar por las palabras de la enigmática mujer; Yolanda se propone desenmascarar a la poderosa médium. Pero los secretos mejor guardados acaban por aflorar y casi nada es lo que parece.

La autora:

Empar Fernández Gómez nació en Barcelona en 1962; alterna la docencia con la escritura, tanto de ficción como de no ficción. Colabora ocasionalmente en prensa, como columnista, y como guionista en la producción de documentales históricos.
En 2004 comienza su colaboración literaria con Pablo Bonell Goytisolo y publican Cienfuegos, 17 agosto adentrándose en el mundo de la novela de intriga; juntos crean al inspector Santiago Escalona, protagonista de las tres novelas siguientes que escriben juntos: Las cosas de la muerte, Mala sangre y Un mal día para morir.
Hijos de la derrota, La cicatriz, Mentiras capitales y La mujer que no bajó del avión, son otras de sus obras.

Mis Impresiones:

La historia comienza en noviembre del 2012, cuando Julio Monteagudo acude a la consulta de la médium Samantha Damons con la esperanza de conseguir alguna información sobre su hija Noemí, desaparecida tres años atrás…
Noemí fue a una fiesta del instituto, allí tuvo una discusión con su novio y decidió marcharse sola a casa. Durante el camino, llamó a su padre para que fuera a buscarla, pero este, agotado por sus turnos de trabajo, había silenciado el teléfono… Noemí desapareció aquella noche, nadie más volvió a verla, solo el empleado de la compañía de autobuses que la describió como “la chica que lloraba al subir al autobús”. 

El libro está dividido en  33 capítulos agrupados en 4 partes y exceptuando la segunda, que retrocede al pasado al día de la desaparición de Noemí, a las horas, días y meses de búsqueda posteriores, las otras tres partes, se desarrollan en la actualidad, durante los meses de noviembre y diciembre del 2012. 

La autora utiliza una prosa cuidada e intimista que te adentra en los sentimientos de los personajes y que recrea una ambientación acorde con los mismos, porque también tengo que destacar esa ambientación en zonas decadentes, barrios descuidados y recintos industriales abandonados, que a mí me han hecho sentir la desesperanza y abandono de los personajes.

Porque el eje de la novela no es la investigación de lo ocurrido, la autora va más allá, nos muestra el dolor y el desmembramiento de esa familia… y además nos acerca al oportunismo de gente sin escrúpulos que se aprovecha de ese dolor. 

Aunque entiendo lo que les pasa a los personajes, creo que es difícil ponerse en su papel… yo que tengo hijas, a las que ando todo el día de taxista llevándolas para aquí y para allá, no quiero ni pensar como me sentiría si no atendiera su llamada y les ocurriera algo… No sé si ni cómo, ni si podría afrontarlo, por eso he tenido que tomar distancia en la historia, porque a veces, se me hacía muy duro ponerme en esa situación.

Y eso es lo que creo que la autora intenta trasmitirnos: las diferentes formas de de afrontar el dolor: mientras Marisa, la madre, es un fantasma viviente, atiborrado de barbitúricos, Julio ahoga su culpa en el alcohol para anestesiar el dolor, se aferra a cualquier posibilidad por descabellada que parezca, cualquier cosa para expiar su culpa… solo la hermana pequeña, Yolanda, conserva una pizca de cordura en la historia, porque es joven y lista… y sobre todo, porque ella tiene una vida por vivir.

La única parte del libro con la que no he conseguido conectar, ha sido con la historia personal de la médium, quizás por escepticismo, porque no me gustaba el personaje o porque me sacaba de la historia central… la verdad es que no lo sé.

En definitiva: “La última llamada” es una novela negra distinta, que te sumerge más en los personajes que en la acción en sí, un relato sobrecogedor sobre el dolor y la culpa, que he disfrutado y recomiendo leer.

Por último, este libro y su reseña, participa en el "Mes temático de la Novela negra", del blog "Libros que hay que leer".